El pH (potencial de hidrógeno) de la solución nutritiva desempeña un papel fundamental a la hora de poner estos elementos a disposición de las plantas. Esto se debe a que, para estar disponibles para las plantas, los nutrientes deben ser solubles (disolverse en agua) y tener una carga eléctrica positiva o negativa. Cuando se mide el pH, el valor que se obtiene se basa en los iones, concretamente en los iones de hidrógeno (H+). La cantidad de H+ determina la acidez o la alcalinidad; si hay más iones de hidrógeno presentes, el pH será ácido (0-7) y si hay menos H+ en relación con los grupos hidroxilo (OH-), el pH será alcalino (7-14).
Estos iones hidrógeno e hidroxilo desempeñan un papel muy importante en la disponibilidad de nutrientes, ya que al interactuar con ellos pueden incluso ocasionar la poca o nula solubilidad en el agua, lo que significa que la planta no podrá reconocer ni absorber dichos nutrientes. Puesto que cada ion nutriente tiene su propio intervalo de pH dentro del cual es soluble, los iones pueden dejar de estar disponibles cuando el pH se sale de este intervalo. Este fenómeno, conocido como bloqueo de nutrientes , es una de las principales causas de carencia de nutrientes, especialmente de hierro y molibdeno. El bloqueo de nutrientes no es fácil de revertir; si mide el pH con regularidad, podrá detectar y solucionar los problemas en el momento en que se produzcan.
